Por una mirada

[Pintura de Francoise Nielly]
“Las palabras están llenas de falsedad o de arte; la mirada es el lenguaje del corazón”.
- William Shakespeare.
Cada tanto aparecen personitas especiales que te hacen ver las cosas de otra manera, pasan como estrellas fugaces y te cambian el mecanismo de la percepción. Son personas tan lindas que te hacen confiar como si tuvieras 5 años, no hay maldad, uno se relaja y simplemente confía. Aparecen y deslumbran con su presencia. Miradas tiernas y vulnerables, angelitos en la tierra.
Que lindo cuando el mundo deja de ser mundo para ser sólo un contenedor de lindos momentos. La gente deja de ser extraña, y los sentimientos son palpables y claros.
Cuando ya estas flotando en una nube de algodón de azúcar aparece la mala de la película, la peste de los soñadores, la tormenta que viene a derrumbar nuestros palacios de cartas. Ella viene y te arrastra por más que no quieras, te hunde en un mar de pensamientos, lógicas y opiniones, te sienta y te da dos cachetazos. Para cuando estas quieto, por dentro estas cayendo por un precipicio eterno. Bienvenido a la realidad.
Entre murmullos sobre una inocencia corrompida y una falta de confianza generalizada, lo vi. Entro sin una sonrisa, sin un rasgo particular, sin nada llamativo. Tal como entró se fue.
Personas fugaces
De la nada aparece una bomba de sensaciones en mi cerebro acompañada de un silencio eterno y hermoso. Nunca pensé que con una mirada bastaría para entregarme sin pensarlo, sin desconfiar ni poner cara rara. Un remolino de sensaciones e intrigas aguarda la confirmación de que en esa segunda mirada hay una pileta para nadar un poquito, sólo con un poquito me conforma para ser feliz. Pienso en voz alta - Nose de dónde saliste, pero no te vayas así nomás…-.
Ese mar se va sin rumbo y sin querer que lo encuentren. En que playa habrás estado, cuántos barcos hundidos llevaras contigo.
“Toda ciencia viene del dolor. El dolor busca siempre la causa de las cosas, mientras que el bienestar se inclina a estar quieto y a no volver la mirada atrás”.
- Stefan Zweig.
Lo que más duele
Las almas sensibles que andan por ahí repartiendo miradas hermosas no se quedan, se van. Cuando parece que están, se van. Mientras más queres que se queden,… se van. Llevan consigo cofres de oro infinitos, puestos ahí para el que se atreva, para el que se lo merezca.
“Quién pudiese navegar en tu mar,
sin paz ni guerra,
sin miedo ni dolor.
No dudes de mi ser
Que por una de tus miradas,
Puedo hacer al resto desaparecer”.