Tom Waits - Whisky & Cigarrettes
La primera vez que escuche a este hombre me sorprendi por lo bizarro que sonaba todo, armónico pero bizarro. Está borracho o no le importa nada. ¿Quién era este delirante?.
Con el pasar de Rain Dogs, el que luego sería mi disco preferido, empece a encontrarle un tinte melancólico pero alegre, como salido de una pelicula de Kusturica. Este personaje raro pero llamativo era Tom Waits, cantante, actor, escritor, multifaceticos si los hay, una caja de pandora con tintes circenses.
Su música te transporta al fondo de un bar de mala muerte en brooklyn, y te sienta al lado de las personas más extrañas y cliches de la noche. Te llena el vaso de un whisky barato y un cenicero lleno de colillas. Te lleva de viaje por situaciones y colores que no pensaste poder explorar, pero estas ahí, expectante.
Este hombre nacido en California a fines de los años 40´me estaba cambiando la concepción de la música y de mis gustos. Nunca se acerco a lo que yo podría llegar a escuchar en mi vida, pero la vida y los amigos con un buen oído te enseñan cosas muy valiosas, "Que esté borracho no significa que no entienda lo que está haciendo".
Sus temas acarician la soledad y hacen que ella quiera irse con vos a la cama, mientras en el camino te lleva por una discografía de 17 discos datados de entre 1973 con "Closing Time" hasta el 2011 con "Bad as me". Cada uno de ellos tienen joyas como "Rain Dogs", "The piano has been drinking", "Romeo is bleeding", "Singapure", "Make it rain", "Invitation to the blues", "Underground" o "Ice cream man".
Sus recitales con escenografias turbias y con él deambulando por los bordes fumandose cigarrillos que duran una eternidad, son dignos de un poeta con el corazón roto y ahogado en alcohol. Ese es Tom Waits.
Sus dotes artisticos no terminan en su música, su pasada por la pantalla grande duro casi en paralelo con sus discos. Desde las participaciones en Coffe & Cigarrettes de Jarmusch, a El imaginario del Doctor Parnassus de Terry Gilliam y Cotton club de Coppola, demostró que es un tipo que vive a flor de piel su talento.
Su música ataca todos los sentidos, el chico malo triunfo en aquel momento y los prejuicios se fueron de mi mente como su voz carcomida por el whisky y los cigarrillos entró a mi corazón.
Amor a primera vista, no. Pero me dejo con ganas de más. Ese es el hombre con olor a whisky de la mesa de al lado, ese que no para de murmurar palabras con rítmos que me suenan a cabaret. Entregada a su encanto, le regale mi corazón y mi oído eterno.
Esta fue la introducción, ahora a escucharlo.
Por MJS.