Noches largas
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La ciudad que nunca duerme es una frase que a los que venimos de afuera nos dicen para asustarnos. Esta ciudad es la que nos abre las puertas de sus días y noches llenas de gentes de todo tipo, de culturas diversas y de personalidades misteriosas.
Para los que recorren de noche los recovecos de la ciudad, hay más de una novela, un policial o un Bukowski en ese bar de mala muerte que queda pasando Perón.
Callao, hermosa de día y de noche, se prepara para el after nocturno. Todos están invitados a esta salida. Hay algunos que se duermen en el camino y se tapan con diarios y cartones quedando a la deriva del destino; otros prefieren ir en auto solos, eligiendo la soledad de copiloto, y otros con miedo de salir por la calle solos, se suben a un colectivo lleno de miedosos.
La noche coronando a la Avenida Callao como la más linda de las historias Argentinas, fotografiándola en medio de una salida, de una puesta en marcha, siendo parte de una historia nocturna que muchos no ven, y otros frenamos para disfrutar.
Noches largas son las que nos esperan, nos contienen, nos vencen o nos deslumbran. La ciudad de la furia, la ciudad que nunca duerme, esa ciudad que tanto describen y que se come a los que no están preparados. Esa es la Ciudad de Buenos Aires. Nunca se irán las luces, nunca estaremos solos, siempre hay más.